domingo, 1 de enero de 2012

Castillos...(III)

-¿Cómo?¿Por qué? Esas preguntas bailaban en su cabeza mientras el sol acariciaba su espalda. ¿Cómo pudo volver sobre sus pasos sin darse cuenta?, ¿Por qué había llegado de nuevo a esos muros?
Sentado en uno de los muros observaba el paisaje, un bonito día de primavera. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que disponía de alimentos y agua suficientes para una temporada. Estaba pensando en quedarse en el mismo lugar durante más de dos días, eso rompía sus esquemas, sus reglas, pero a la vez le daba cierta tranquilidad.
Debatió internamente su idea, y después de un par de horas disfrutando de las vistas, se puso en pie y se dijo – Si voy a pasar unos días aquí, lo mejor sera que me prepare un buen refugio.
Partió al bosque y después de varias incursiones recopiló unos cuantos troncos y piedras. Examinó los muros detenidamente y encontró unos que según sus planes, le dejaría ver el valle desde dentro, una vez terminadas las obras.
Pasó toda la tarde trabajando, descansó un poco para cenar, y aprovechando la luna llena trabajó las primeras horas de la noche.
Al despertar, sus ojos tardaron más de lo normal en acostumbrarse a la luz, desde dentro el refugio se veía bastante bien, aunque la entrada no dejaba ver el valle como el había imaginado. Se reprochó un poco por lo bajo y salió a darle la bienvenida al sol, una vez fuera se percató de un par de detalles que podía mejorar.
Se procuró un buen desayuno y emprendió un paseo por el bosque, buscando materiales que le pudieran servir. Y poco a poco se fue convirtiendo en una rutina, por las mañanas buscaba y por las tardes trabajaba.
Rutina, esa era su nueva base, su nueva estabilidad. Reforzaba su obra día a día y ampliaba para guardar alimentos y materiales. Una tarde de fuerte viento, sentado desde la comodidad del refugio, mientras miraba todo lo que había avanzado se dio cuenta del cambio de color de las hojas, el otoño se le echaba encima y, justo en ese momento, comenzó a ser consciente del tiempo.

2 comentarios:

  1. Inevitable el paso del tiempo. Ahí llegamos todos tarde o temprano. Qué bueno que este nómada esté construyendo su refugio :) Creo que le hará falta.

    Genial entrada! :) Espero Castillos IV! Besos.

    ResponderEliminar
  2. No sabes cuanto agradezco tus comentarios! XD Mil besos!

    ResponderEliminar