martes, 6 de diciembre de 2011

Mírala...

Tiene algún tiempo pero ahora tengo donde publicarlo:

Mírala, ahí sentada, como si nada hubiera pasado, como si nunca se hubiese marchado.

Como si no me hubiese matado con su ida y resucitado con su voz.

Como si no me hubiese arrojado a un pozo sin fondo del cual solo pude salir gracias a su perfume.

Mira su sonrisa, ignora las lagrimas que derramaron mis ojos por su ausencia.

Mira su rostro, exactamente igual, como el día que partió, como si los años que pase sin ella no le hubieran afectado.

Mira como su mirada me dice: ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?.

¡Como si no supiera la respuesta!

Mira como se aleja para que empiece otro día sin ella.

Esta noche volverá para recordarme, que no la tengo, ¡que la he perdido!...

5 comentarios:

  1. Siempre me encantó este escrito.
    ¡Felicidades por dar este paso!
    ¡Bienvenido al mundo bloguero!
    Tu primera fan aquí presente :D Siempre.
    Mil besos.

    ResponderEliminar
  2. Excelente escrito, de verdad llega a donde debe llegar, al alma! de verdad me encanto! exitos con este blog!

    ResponderEliminar
  3. ¿Qué se sentirá ser la protagonista de alguno de tus escritos, ser "dueña" de emociones y deseos tan intensos correspondidos y prohibidos?. El invierno nos deja un sabor amargo, la primavera nos renueva la esperanza, el verano se nos hace corto, pero queda el otoño...podría ser eterno.

    ResponderEliminar
  4. ha llegado la hora de que ella experimente un poco de todos esos sentimientos que durante tanto tiempo me han ahogado y consumido, no por rencor, no, sólo quiero asegurarme de que cuando llegue el momento comprenda, sólo eso, que comprenda por el infierno que he tenido que pasar sin darme nunca la oportunidad de poder expresar mis emociones, gritarlas al viento y que todo el mundo pudiera ser partícipe de lo que sentía...pero no ocurrió así...me lo tuve que tragar solo...y ahora, aunque quisiera, se me quedó muda el alma, mi amor
    sólo necesito tiempo, sólo eso, ¿sabrás esperar?

    ResponderEliminar
  5. mírala, ahí va ella orgullosa, encantada de haberse conocido y sin un ápice de amargura en su rostro que denote haber pasado por la mitad del calvario que he tenido que sufrir yo. mírala, su sonrisa intacta que despliega por doquier haciendo ver a los que la rodean de lo estupendísima que está, pero mírala es que su tersa piel no se deteriora con el paso del tiempo. pareciera que hubiese firmado un trato con el diablo para lograr la eterna juventud. mírala, asquerosamente fresca, alegre, despreocupada, regalando sonrisas a cualquiera que se tropiece en su camino. mírala, es ella, por la que tanto he sufrido y parece no darse cuenta de absolutamente nada. mírala, cuántas veces la he maldecido por todo ello, ¿cómo puede estar tan bien cuando yo me siento morir? mírala, es ella, la razón de mis desvelos, de mi tristeza, de mi búsqueda. ahí estamos (te quiero)

    ResponderEliminar