viernes, 15 de junio de 2012

10/6/12


 Y así, sin quererlo, su rutina paso a ser nuestra. Ver pasar las horas como segundos y los días como años.
Sigue sorprendiéndome la calma que derrochan, lo meticuloso que son en sus trabajos, lo asumido que tienen su lugar en el mundo.

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Estrellas y estrellas en esta negrura que nos rodea.
No puedo sino pensar en lo poco que somos y en lo mucho que nos creemos. Nunca había visto llegar la noche y sentirme vulnerable, desprotegido.
Siempre me ha gustado el sol, pero aquí... a pesar del calor asfixiante, he llegado a necesitarlo.
Otro punto que me ha sorprendido es la confianza en los que me rodean, me río de la prueba de confianza de dejarte caer de espalda para que el otro te coja. Esta noche me entrego a Morfeo sabiendo que darían su vida por el bienestar común.
Si hoy soy capaz de soñar contigo, es gracias a su desvelo.

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