Llevamos una semana de locos, de mal
rollo y de incomodidades. Muchas tonterías en la base, no se si lo
hacen para mantenernos distraídos y que no pensemos en casa o
simplemente es joder por joder.
Operaciones de 24 horas que acaban
siendo de 72, el calor peor que nunca y tormentas de arena. Han
habido enfrentamientos y ya hay un herido entre los nuestros, 20
años, herido de bala en el costado izquierdo, vivirá.
Las misiones se complican, la tensión
aumenta y mi indiferencia prospera. No soy capaz de razonar el
porque, pero todo me viene dando cada vez más igual. Hay cosas que
hacer y se hacen. Da igual como nos encontremos o nuestras opiniones,
se seguirán haciendo y contra el clima es una batalla perdida, así
que, a ganarse el sueldo.
Esta situación nos lleva a la ruda
sinceridad de los que viven situaciones estresantes juntos. No nos
hace falta sonreír al saludar, si te despiertas de mal humor da
igual, mañana le pasará a otro. No acudimos a la hipocresía ni a
la cortesía, no nos preocupa el que dirán.
La única forma de hacer uso del libre
albedrío en Afganistán, es decir lo que pensamos y lo aprovechamos.
Aprendes, que si no eres capaz de asumir una respuesta, no haces la
pregunta.
Los roces y grietas que se crean entre
nosotros son rellenadas rápidamente por la arena y el sudor, y
selladas por el sol abrazador.
No pensamos lo que decimos, decimos lo
que sentimos.
Mucho ánimo Dani. No decaigas. Y no dejes de cuidarte en ningún momento :( Mil besos.
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