Salimos a una patrulla por el pueblo, la primera.
Muchas cosas pasaban por mi cabeza,
posibles ied´s, cuidado con las tajeas, ojo con las alturas,
pendiente en los cruces, al loro con las ventanas y mil cosas más.
Desembarcamos del vehículo, ya no es
instrucción; nos la jugamos de verdad. Es extraño, me gusta la
situación. Una mezcla entre curiosidad, respeto, ansiedad y calor,
mucho calor.
Avanzamos por las calles mientras
cientos de ojos nos observan, hombres mayores que derrochan
experiencia y mala leche. Niños curiosos que se ríen o esconden.
Miradas mudas tras los burkas y sombras a través de las ventanas.
-¡Moto a retaguardia!
-¡Que no pase!, ¡detenerla!
Tres segundos que parecen un año.
-¡Dejala pasar!
La moto avanzó con mucho cuidado,
iban un hombre mayor conduciendo y una niña detrás.
Doce o trece años, un moreno de piel
prefecto, una melena negra y sedosa, y los ojos mas impresionantes
que haya visto nunca.
Al pasar a mi lado la niña me miro a
los ojos. Un segundo bastó para hacerme entender que la belleza
puedes encontrarla donde menos te lo esperas. Esos ojazos me sacaron
de esa calle y me llevaron a un lugar lleno de paz y tranquilidad,
donde esas personas eran felices y nosotros meros espectadores de esa
felicidad.
-¡Un destello a las tres!
-¿Dónde?
-¡Pasado el espolón!
-¡Lo tengo!, ¡no es nada!
Volvemos a la realidad.
El equipo pesa como un muerto y el
sudor cae a chorros. El agua del camelback esta caliente, deje salir
más de medio litro para poder beber algo que no quemara.
Trescientos o cuatrocientos metros
después hay unos niños que nos observan y hacen gestos con las
manos. Uno de los nuestros les da un botellin de agua. No podéis
imaginar sus caras al coger la botella, sonrisas por todas partes y
la veían como el mejor regalo del mundo.
¡Un botellin! Lo mismo que yo había
tirado porque estaba caliente. Pienso, que a eso se refieren cunado
oigo hablar del valor relativo de las cosas. Podemos encontrar esa
actitud en cualquier parte del mundo, personas que no valoran lo que
tienen.
Llevamos más de hora y media de
patrulla.
-¡A los vehículos!
Embarcamos, y al segundo muchos(por no
decir todos) de los niños que nos habian visto pasar y saludaban,
comenzaron a arrojarnos piedras.
¿Cómo respondes a eso?
-¡Ignorarlos!¡Nos vamos!
Increíble, otro comportamiento que
les une más a la sociedad occidental. ¿Cuántas personas te sonríen
de frente y te atacan nada mas darle la espalda?
Cosas que he sacado en claro de esta
patrulla, la belleza de las mujeres afganas, que me encanta ser
paracaidista y que no somos tan diferentes como pensaba.
Uaaoo se me a erizado la piel, con tu relato realmente me e quedado sin palabras, es un poco fuerte esa cituacion solo decirte que mucho cuidado y que estoy segura que a partir de ahora valoraras mas las cosas que lo que lo valorabas antes.
ResponderEliminarNo te olvides ten mil ojos y cuidate mucho que aquí te esperamos todos
Te leo desde el primer día. No dudes ni un segundo que mi pensamiento está contigo cada día del calendario. A veces cuando te leo incluso parece que estoy ahí contigo por momentos. Mucho ánimo. Volverás siendo una persona mucho más grande de lo que eres, no me cabe duda.
ResponderEliminarY no dejes de escribir. Me han encantado todas las reflexiones.
Suerte! Ya va quedando menos. Mil besos.
muy bueno tu relato
ResponderEliminarEse chamo tuyo se las trae, se la acabo de leer a los policías que estan conmigo, Uno de ello me dice que es muy arrecho estar en esa situacion y aun asi escribir con tanta coherencia narrativa
ResponderEliminarQue experiencia la que estas viviendo, unica, Dios te proteja y te cuide, Daniel sientete Orgulloso de tu hijo.
ResponderEliminarVerga es rudo esa realidad, dios bendiga y Los Comando del Curso 7 te Protejan,
ResponderEliminarExcelente Daniel, Dios es Comando y te protejera, Un abrazo
ResponderEliminarDios te proteja Daniel, tu tienes sangre de comando. cuidese
ResponderEliminarQue arrecho, parece el relato de un Libro. cuidese comando
ResponderEliminarCurso que arrecho, Dios te Bendiga y te cuide
ResponderEliminarHola enano, esos comentario son parte de los que me enviaron, son personas que te conocen desde que andabas por El Helicode, por los años 90. Todos se siente orgullo de lo que haces y especialmente yo. Cuidate mucho y dios te bendiga.
ResponderEliminarMuchas gracias papá! intentare seguir mostrando lo que pueda(o me dejen)de esto. gracias a todos los que me lees y me dan ánimos de seguir con mi blog.
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